La tarta que os traigo hoy es una tarta de uno de los grandes de la cocina contemporánea francesa. A los quince años pidió a sus padres dejar el colegio para iniciar su aprendizaje en cocina. Sus padres lo confían bajo la tutela de un amigo llamado Pére Vignard, conocido con el nombre de Chef Juliette, ya que era una referencia en la zona en lo que a cocina se refería. Al mismo tiempo que Chapel otro joven preparaba allí sus primeras quenelles. Thibard, el futuro chef de La Pyramide de Vienne (en casa de Mado Point).
Tras cuatro años Alain Chapel deja al maestro para entrar en
los fogones de Point. Tiene 19 años y se quedará dos más. Tras el servicio
militar, trabajará en diferentes grandes casa, como León de Lyon, de Jean
Pierre Lacombe. En 1968, sucede a su padre en Mionnay.
Toda su carrera está guiada por los valores que le inculcará
el talentoso Vignard. Para honrar su memoria, llevará el delantal a la antigua,
hasta los tobillos. Y para completar su vestuario lucirá la toca de algodón
almidonado, rechazando las tocas industriales que se tiran. Este rigor en lo
exterior, también se encuentra en la concepción de su cocina: excelencia y
respeto por los productos, justa cocción, limpieza impecable...
La base de su cocina viene de la tierra, con una inclinación
particular por las verduras. Así se elabora los incomparables pollitos de
Bresse trufados en vejiga, los pastelitos de hígados rubios con coulis de
cangrejo, los gratinados, las mousses de pescado... todas las verduras.
Pone su talento al servicio de la cocina francesa, y como
brillante embajador viajará para cocinar en Japón, en Baviera, en Estocolmo, en
New York, en Dallas...
Gracias a su competencia, su calidez humana, su sentido de
las relaciones, es amigo de muchas personalidades, diplomáticos, príncipes,
literatos, artistas, a quienes da de comer. En su excelente libro “La cocina es
mucho más que recetas”, Alain Chapel nos cuenta su filosofía y su amor por el
oficio. Muchas distinciones coronan su talento: el título de mejor Obrero de
Francia y la Cruz al Mérito nacional.
La receta de hoy viene en su libro “Las recetas originales de Alain Chapel”.
Una de sus frases era "La gran protagonista es la
materia prima, nuestro cometido como cocineros debe ser no estropearla".
Y el otro día al ver en el programa “Robin Food, atracón amano armada” me acorde de ella y decidí hacerla por qué es una tarta deliciosa y muy sencilla
de hacer.
Ingredientes
- 95 g de chocolate negro 70% cacao –yo en este caso no tenía chocolate negro y puse chocolate con leche de repostería-
- 90 g de mantequilla
- 45 g de harina
- 150 g de azúcar
- 3 huevos
- Mantequilla y harina para untar el molde
Preparación
- Precalentar el horno 160ºc.
- Untar un molde de 20 cm. de diámetro untado con mantequilla + harina.
- Poner en un baño maría el chocolate.
- Añadir al baño maría la mantequilla, remover con una espátula.
- En un bol batir sin exceso los huevos más el azúcar, cuando este bien mezclado añadimos la harina tamizada.
- Incorporar la mezcla de huevos a la de chocolate, mezclar con espátula.
- Verter la mezcla en el molde, hornear 20 mn. Aproximadamente a 180º.
- Sacamos del horno y dejamos que se enfrié, y espolvoreamos la superficie con cacao en polvo, o azúcar glass.
Esta tarta está deliciosa acompañada de una crema de nata montada con armagac. Si queremos hacerle esta crema tan solo tenemos que montar nata con azúcar glass y un poco de armagac.
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