martes, 13 de enero de 2015

Clafoutis de cerezas



Este postre suelo hacerlo en primavera-verano que es la época de cerezas. Pero si te apetece ahora en este tiempo ¿por qué no?, lo único que hago es cambiar las cerezas frescas por cerezas en almíbar.

Yo cuando son frescas les quito el hueso aunque en la receta original las cerezas van enteras. Al echarlas enteras el zumo de las cerezas no se junta con la masa, con lo que tendréis la masa blanca como si fuera un crepe, a mí al quitarles el hueso me queda un poco de color rosa.

El origen de la receta está en  Lemosín -Francia-, también conocida por sus barriles de coñac. Su popularidad se extendió por toda Francia durante el Siglo XIX. La versión tradicional se sirve caliente y espolvoreada de azúcar glass, yo también suelo acompañarla con helado de vainilla, o con una crema de vainilla templada, y de estas formas está realmente delicioso.

Si la receta lleva peras o manzanas se llama Flaugnarde.

Os aseguro que el resultado es buenísimo, un postre rústico, auténtico y tradicional


Ingredientes


  •  2 huevos L
  • 80 g de azúcar
  • 50 g de harina
  • 100 ml de leche entera
  • 200 g de cerezas
  • vainilla



Preparación

  • Calentamos el horno a 180º y engrasamos un molde redondo bajo, de unos 20 cm de diámetro.
  • Batimos los huevos con el azúcar, la leche y la vainilla. Agregamos la harina tamizada, mezclamos todo hasta tener una masa ligera.
  • Vertemos la masa en el molde y repartimos las cerezas deshuesadas por toda la superficie.
  • Horneamos sobre una rejilla durante unos 30 minutos o hasta que la crema haya cuajado, dependerá del horno. 
  • Sacamos el molde del horno, dejamos entibiar y espolvoreamos con azúcar glass para adornar, si lo deseamos. 













El Clafoutis también es delicioso fresquito, por lo que no dudes en refrigerarlo si te apetece un postre frío.







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